Desventajas de vivir en Australia

Por estos días cumplo un año de la última vez que estuve en Perú. ¡Un año! No es que eche de menos Lima, pero es que mi familia y algunos amigos están allí, y hoy es el cumpleaños de mi mami (o ayer, depende de dónde uno esté), lo que empeora mi humor.

Pensar en esto hace que vea todo con ojos negativos y solo destaque los defectos de lo que hay a mi alrededor. Como lo que tengo a mi alrededor es Australia, pues esto es lo que me ha salido: un listado con 13 desventajas de vivir en Australia.

Prometo hacer otro post con solo las ventajas de vivir aquí, que son muchas (la lista de peculiaridades de Australia la hice hace meses en este otro post), pero como ya he dicho antes, hoy estoy negativa 😀

1.- El «peligro» está en todo lugar

Letrero avisando que hay cocodrilos en los próximos 5km. Normal en la costa norte de Australia / Foto: Arthur Chapman (Flickr)

Siempre se hacen bromas del tipo «todo lo que te mira en Australia te quiere matar«, en referencia a los animales peligrosos que abundan por aquí, pero no es tanto solo broma.

Es normal encontrarte con letreros de «Cuidado: se han avistado tiburones» en las playas o descubrir en el mar que estás nadando entre medusas, y tener que salir del agua en el acto. O ir de excursión al bosque y tener que ser cuidadoso porque además de canguros puedes encontrarte con serpientes. Las hormigas pican, y hay moscas que también lo hacen.

Letrero en una playa a la que fui al sur de Perth. Avisaban que habían visto esa mañana un tiburón blanco de 3 m de largo y que no se entrara a nadar.

En la costa norte, vive el famoso cocodrilo de estuario, que a veces también es encontrado nadando en el mar o pasendo por las playas. Tanto el tiburón como el cocodrilo cada cierto tiempo protagonizan noticias por haberse comido a alguien.

La peligrosa araña «redback».

Si por temor mejor prefieres quedarte en casa, sano y salvo, como mínimo debes tener cierto cuidado con las arañas, especialmente con una del tipo viuda negra llamada «redback», muy venenosa.

2.- Está lejos de todo

Cuando digo todo, es todo. Si te vas a vivir a otro país, es normal que te sientas lejos del tuyo, pero en el caso de Australia es que no solo estás lejos de tu país sino de cualquier otro. Peor aún si vives en Perth (la única ciudad en la costa oeste), como yo.

Desde aquí, la ciudad grande más cercana está a 3 horas y media de vuelo y no está en Australia. Está en Indonesia y es Bali (Adelaide, la ciudad más cercana dentro de Australia, está a 3 horas de vuelo, pero es pequeña. Tiene menos de 2 millones de personas).

Ir de una ciudad a otra supone varias horas de vuelo.

Mi último viaje a Lima duró 45 horas de ida 48 de vuelta. Esto porque escogí la ruta más económica que, paradójicamente, es la que casi te hace dar la vuelta al mundo, o sea que es la más larga (¿no tendría que ser eso más caro?). La ruta más corta dura alrededor de las 30 horas.

Uno de los lagos rosados de agua salada en Australia que quisiera visitar, pero el más cercano está como a 5 horas por carretera desde Perth / Foto: Eric Baker (Flickr)

En cuanto a rutas locales, las cosas interesantes están siempre a 3, 5 u 8 horas de distancia en auto, al menos en Western Australia (el estado más al oeste de Australia). Por ejemplo, yo quisiera visitar alguno de los lagos rosados que hay en mi región o la Wave Rock, pero están a 5 horas como mínimo. El problema es que de ir, solo iría a ver una cosa a la vez. Nunca hay otras cosas más alrededor como para aprovechar el viaje. Y así con todo.

Wave Rock (La Roca Ola) de Western Australia, otra cosa que me gustaría conocer pero también está a muchas horas en auto, y no hay más cosas alrededor para vier. /Foto: Don Pugh (Flickr)

3.- Los billetes de viaje son caros

Con tremendas distancias claro que viajar hacia cualquier sitio es carísimo. El vuelo más corto cuesta alrededor de los $400. Ir de Perth a Sydney en avión unos $500 y en tren… unos $800 (viaje que dura unos 3 días, por cierto).

Ejemplo del precio de los vuelos de Perth a Lima. Aquí también pueden ver la duración de los viajes.

Mi vuelo a Lima el año pasado lo encontré por $2300, porque estuve de suerte. Cuenta la leyenda que si googleas en el momento preciso a la hora precisa con las fechas de viaje precisas, puedes encontrar algo por $1500. Lo normal es escontrar tarifas para Sudamérica por más de $3000 y a Europa por unos $1500.

La primera vez que me enteré de cuánto me costaría visitar a mi familia desde Perth, fue ya estando aquí. Googleé solo por curiosidad. «Vuelos Perth-Lima-Perth»: $4000. Me invadió una sensación de claustrofobia. Pensé que el viaje Barcelona-Perth con el que acababa de llegar a Australia iba a ser el último de mi vida, que me haría viejita y me moriría en Australia.

4.- La comida también es cara (¡y la educación y la sanidad!)

Los sueldos son altos, pero el coste de vida también lo es. Aquí uno de mis tickets de compra, donde se ve claramente el precio de los limones.

Además de los billetes de avión, todo lo demás también es caro. El precio de la comida de verdad (frutas y verduras) cambia de pronto de caro a más caro, o al revés. Un día encuentras los tomates a $6 el kilo y al día siguiente los puedes ver a $3 (los precios de los productos perecibles fluctúan bastante).

Una vez encontré que una mazorca de maíz/choclo estaba a $0.30 y no a $3 como siempre. Entenderán por qué esa semana casi que comí solo saltadito de choclo, choclo con queso, pastel de choclo, etc. :). Es cierto que los sueldos son buenos, pero aun así se siente la estocada en el bolsillo cada vez que se pasa por caja.

La explicación es comprensible: aquí los campesinos también quieren disfrutar de la bonanza económica del país: Si la mayoría gana bien, ¿por qué ellos no? Razón que tienen.

En cuanto a gastos de educación, guardería y salud, sale a cuenta si eres ciudadano o, como mínimo, residente permanente. Con otro tipo de visas las tarifas son realmente elevadas.

5.- Tiene poca historia

A nivel historia natural, sí. Es el país más asombroso y sobre todo raro que he visto (parece Jurassic Park), pero a nivel historia lo que normalmente conocemos por «historia», no hay mucha. El monumento más antiguo que puedes encontrar es del siglo XVIII, quizá XVII, todo lo demás es «moderno».

Monasterio de New Norcia, a unas 3 horas de Perth. Fue construida por misioneros católicos españoles en 1847, y es de lo más antiguo por este lado de Australia. / Foto: Claudine Chionh

Esto aburre un poco cuando ya has recorrido los pocos museos y monumentos históricos de tu ciudad, porque no te queda mucho más por ver. Choca sobre todo cuando vienes de lugares con siglos y siglos de historia, como Perú o Europa.

6.- Conseguir una casa en alquiler es complicado

Ya lo cuento más detalladamente en este otro post, pero conseguir una casa en alquiler es como ir al casting para una película. Tienes que demostrar cumplir con los requisitos y convencer al dueño o a la inmobiliaria intermediaria para que se te conceda la casa por la que aplicas.

Además, el proceso de aplicación es tedioso y el alquiler en general muy caro ($400/semana por una casa básica). Sin contar que cada 3 meses te la van a inspeccionar para ver si la estás manteniendo en buenas condiciones.

7.- Aplicar a ciertos trabajos es trabajoso

Aplicar a trabajos de organizaciones del tipo ONGs, universidades, o cualquiera que no sean empresas comunes y corrientes, es más trabajoso que trabajar de verdad.

Además de enviar un CV y una cover letter (carta de presentación), aquí tienen por costumbre pedir un «selection criteria statement», que no es otra cosa que una redacción sustentando con ejemplos reales todos y cada uno de los requisitos exigidos para el puesto al que se está postulando. Esta redacción puede llegar a ser de hasta 4 páginas en muchos casos.

8.- No hay menús, todo es a la carta

No hay «menú», siempre todo es «a la carta». /Foto: Alpha (Flickr)

Tiempos aquellos en los que podía entrar a un restaurante a la hora de comer y tener asegurada mi entrada, segundo, bebida y postre/café, todo por un solo precio. Eso en Australia no existe. Por lo menos yo nunca lo he visto. A lo sumo, por ahí algún pub o restaurante te vende platos especiales a precios especiales al mediodía, pero es solo un plato, no un menú como los de toda la vida.

9.- El acento australiano

Si creías que sabías inglés, ven a Australia y verás que tu inglés de academia no te sirve de mucho (al menos al principio). Incluso a mí, que venía de haber vivido un tiempo en EE.UU., me costó bastante entenderles, y eso que se supone debía estar algo más preparada. Hay ciertos sonidos de vocal que me sonaban más a diptongos que a vocales, y entonces me dejaban siempre con cara de «¿Ein?».

El acento australiano es más nasal que el inglés de EE.UU. o el británico. Los sonidos que a un hispanohablante le sonarían más como «ei» (como en «day«, «mate», «date», «eighty»), aquí ellos lo pronuncian más como «ai»; y el sonido «i» (como en «easy», «eve», «peasy»), suena ligeramente más como «ei», y así sucesivamente (si entienden inglés, échenle un vistazo a este video, donde un comediante australiano habla precisamente del acento australiano).

A todo esto súmenle el nombre de los pueblos y barrios. Muchos están en lengua aborigen (ojo que no critico esto, solo estoy diciendo que es difícil): Joondalup, Yunderup, Yanchep, Mundiyong, Yangebup, Cooloongup, etc. Muy complicado para el recién llegado.

10.- El horario de cierre de las tiendas y cafeterías

A las 5 pm, la mayoría de las tiendas y cafeterías están cerrando sus puertas, por tanto a partir de las 6 pm podrías ver bolas de paja recorriendo la ciudad, toda solitaria (los barrios ya no tienen arreglo, están desiertos a toda hora).

Como las calles de mi ciudad a partir de las 6 de la tarde. /Foto: Jen R (Flickr)

Aunque los supermercados más grandes cierran a las 8pm. y la mayoría de los negocios abre los fines de semana hasta las 5pm, el hecho de que la mayor parte del tiempo casi todo esté cerrrado desde temprano hace que uno tenga mucho que hacer a partir de las 6pm. Las únicas opciones desde esa hora son quedarte en casa o ir al pub a hincharte de cervezas.

11.- La diferencia horaria

Cuando aquí es de día, allá es de noche. O cuando aquí estoy libre, allá están trabajando. Siempre es así. / Foto: Moyan Brenn (Flickr)

Esto otro también ya lo he mencionado detalladamente en un post anterior. Pero es verdad. Cuando uno aquí está despierto, en Latinoamérica la gente está durmiendo, y viceversa. Con España pasa algo parecido: cuando aquí se está de pie, en España la gente está durmiendo o trabajando, y también viceversa. El tema es que coincidir con la familia y amigos para poder Skypear un rato, siempre es complicado.

12.- Las altas temperaturas

Las temepraturas en verano pueden llegar a más de 40°C en las costas , y más de 50°C en el interior de la isla. /Foto: StephenMitchell (Flickr)

Pareciera que a veces Australia nos dijera: «¿Les gusta el verano? ¡Pues tomen dos tazas!». La zona norte vive en eterno verano, pero en las costas este, oeste y sur, el año tiene invierno y verano.

El invierno es soportable en la mayor parte del territorio, aunque hay semanas en que hace frío de verdad, pero los veranos… los veranos son demasiado. En las costas hay semanas en que las temperaturas bordean los 40ºC. En el interior de la isla, fácilmente se llega a más de 50ºC. Además, no siempre las casas tienen aire acondicionado.

13.- El tamaño de los aparcamientos

Con el espacio que hay, casi siempre es un caos maniobrar para poder aparcar / Foto: Brian Yap (Flickr)

Australia es tan grande y tan extensa pero vaya manía con hacerlo todo tan apretado. A diferencia de su primo hermano, EE.UU. (donde siempre hay amplios espacios para maniobrar el auto y amplias plazas para aparcarlo), aquí es todo eso casi tan apretujado como en Latinoamérica o Europa (vale, no tanto, pero es incómodo igualmente).

Como ven, no hay país 100% perfecto 🙂