Viajar es lindo… hasta que te toca aplicar a la residencia en Australia

Ya había comentado antes (implícitamente) que venir a Australia es un poco complicado, porque para conseguir una visa las cosas pueden resultar menos o más fáciles dependiendo de tu origen y propósito. Pero lo que definitivamente me está complicando la vida ahora mismo y haciendo ver el mundo a cuadritos es el proceso de aplicación a la residencia (equivalente a la famosa Green Card estadounidense).

documentos visa

Cuando uno pasa cierta cantidad de tiempo viviendo en Australia, ya puede mirar aplicar a una tarjeta de residencia permanente. Como quiero un poco de estabilidad, lo haré. Así quizás pueda comprar al fin un segundo juego de sábanas sin pensar cosas como «¿…y si le pasa algo a mi visa y me tengo que ir de pronto?». Sin embargo, las autoridades australianas lo han montado todo de manera tal que no se les escapa nada y quieren saber todo sobre uno, y aquí reside la razón de mi desdicha: Que ni yo sé todo sobre mí.

El formulario de aplicación a la residencia tiene cerca de 25 páginas y más de medio centenar de preguntas. Algunas fáciles de responder, solo con un ✓, pero otras no tanto, porque requieren un esfuerzo de memoria brutal. Es en estos momentos que el haber viajado (no diré «tanto» para no sonar a presumida. Juro que no es  mi intención presumir. Mi intención es quejarme un poquito y recibir apoyo moral) con cierta frecuencia hace que un poco me arrepienta de ello.

Las preguntas

Una de las preguntas dice que incluya las direcciones de todos los lugares donde he residido (esta es fácil), me he alojado (esta no tanto), me he arrimado, o cualquier otra cosa parecida, durante los últimos 10 años. Al menos veo que no lo tengo tan complicado cuando leo el asterisco que pone «NOTA: los solicitantes de refugio deben proveer información de los últimos 30 años«.

Termino de leer esa y pienso que lo peor ha pasado, pero lo peor viene luego: «¿En los últimos 10 años ha hecho algún viaje al extranjero que no sea Australia? Haga un listado incluyendo el motivo y las fechas (día, mes y año)». Postdata: «También incluya los viajes de trabajo y vacaciones». Saco cuentas y, para mi mala suerte, veo que mi primer viaje al extranjero lo hice en 2004, así que no me salvo de recordar fechas de ninguno. El pasaporte ayuda. Puedes ver los sellitos. Pero si te has movido dentro del espacio Schengen (Europa), nadie te sella nada.

pasaporte con sellos de migraciones
Sellos en el pasaporte, una de las cosas que me encanta coleccionar, lo admito XD

Y luego: «Haga un listado de todos los empleos -pagados o no pagados- que ha tenido desde la fecha de su nacimiento (!!!)». «No deje periodos vacíos. Si no trabajó en algún periodo, ponga desempleado y las fechas». Lo mismo para los estudios: «Liste todos los centros educativos donde estudió, incluyendo guardería, nido y jardín«. (¡¿Que qué?!). Yo no me acuerdo del nombre de mi jardín. Del primer colegio tampoco. Tenía un número y lo he olvidado. De las otras cuatro escuelas sí.

Finalmente: «Haga un listado de todos los documentos de identidad que haya tenido en su vida». Uf, qué fácil. «¡Bazinga!: También incluya pasaportes expirados, robados, perdidos, DNIs, tarjetas de extranjería, tarjetas de la seguridad social, nacimiento, militar, etc., etc., etc., etc.».

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